Un grupo de voluntarios de la organización ecologista Greenpeace logró frenar el avance de tres topadoras en la finca “Las Maravillas”, ubicada en el departamento argentino de San Martín (provincia de Salta). Los activistas aseguran que dicho desmonte es ilegitimo.
Con el apoyo de un helicóptero que sobrevolaba la finca de 17.229 hectáreas, los motociclistas del grupo Jaguares de Greenpeace pudieron ubicarse delante de las topadoras e impedir que avancen. Los ecologistas colocaron cepos de acero, pintaron consignas sobre las máquinas y desplegaron una bandera con la leyenda “Ni una hectárea más. Desmonte cero”.
De acuerdo a las declaraciones del coordinador de la Campaña de Bosques de Greenpeace Argentina, Hernán Giardini, Salta vive “una verdadera emergencia forestal”. Según explicó al diario Clarín, el desmonte en esta zona fue autorizado por el gobernador provincial y actual senador nacional Juan Carlos Romero, apenas unos días antes de la aprobación de la Ley de Bosques.
Giardini aseguró que “la cantidad de permisos que emitió el ex gobernador Romero muestra un comportamiento perverso y especulativo destinado a debilitar la norma que en ese momento se estaba por aprobar”.
Los dichos de Giardini parecen estar avalados por los datos concretos que presenta la provincia. En 2007, la Secretaría de Medio Ambiente y Desarrollo Sustentable provincial autorizó el desmonte de más de 400.000 hectáreas de bosques nativos, cuando en 2006 había autorizado una cifra cinco veces menor. Por otra parte, esas 400.000 hectáreas superan con comodidad la media de deforestación anual de todo el territorio argentino.
Hora 7 On line, un semanario salteño, agrega que la acción de desmonte en “Las Maravillas” afecta a cuatro comunidades aborígenes: El Paraíso, Arenales, Monteveo y Tonono.
Ahora resta por ver cuál será la reacción de los propietarios de la finca, Guillermo Claudio Gonella y Juan Carlos Di Caro, quienes cuentan con el permiso de desmonte firmado por Romero.
Foto: Greenpeace